Impresionante el Vivac 2008.
Cada año es una experiencia única. No se parecen ninguno a la otro, salvo que todas nos han dado momentos inolvidables.
Después de preparar varias posibles rutas, nos decidimos por una ruta en Toledo. Saldríamos de Aranjuez, destino Toledo, los Montes de Toledo, visitar los molinos de viento y castillos de la zona.
La previsión meteo nos trajo de cabeza. Creo que no podía ser peor. Lluvia el Sábado y viento el Domingo. Aún así, Alfonso y Victornillo (que hasta ahora era el más prudente en éstos temas), me terminaron de animar en intentarlo, aunque retrasamos la decisión hasta el mismo sábado. Tanis, viendo que llovía en su casa, prefirió no acompañarnos (eso deducimos, porque el muy jodío ¡se dejó apagado y abandonado el móvil!). El viaje en coche hasta Aranjuez... para deprimirse. Lluvia y más lluvia. El buenazo de Álvaro nos esperaba en una gasolinera para llevarnos al campo desde el que despegan de Aranjuez.
El día empezó bien:
- Al poco de salir de casa me tuve que dar la vuelta. Se me olvidaba el GPS. No sirvió de nada...porque no lo encontré. ¿donde coño lo habré metido?
- Alfonso se tuvo que dar la vuelta también, pero desde más lejos. Se le olvidaba el casco.
- No paraba de llover, y la previsión era de que iba a durar más de lo que pensábamos.
- Y no comentaremos la aparición triunfal de Alfonso, en su furgoneta, por ese camino escurridizo y traicionero....... madre mía la que se pudo liar.....
Visto el panorama, Álvaro nos llevó a Aranjuez, para tomar algo. También fue bien el tema, al meternos los 4 coches, por
error, en una calle "solo para autobuses". Los polis que nos pararon terminaron dejándonos pasar...supongo que por la cara de despistados que llevávamos. No remitía el tiempo, así que decidimos ir en coche hasta Toledo. Comimos donde pudimos, y finalmente, el tiempo aclaró un poco. Después de buscar un campo decente, pudimos despegar, sobre las 5. El suelo blando y mojado no le puso las cosas fáciles al trike de Alfonso. Con algo de viento en cola, tomamos rumbo sur. Toledo... espectacular, igual que la escasez de zonas aterrizables. No nos atrevimos a quedarnos mucho tiempo. Al llegar al pantano, nos desviamos para ver el castillo de Guadamur. Luego tocó un poco de "rasear" los campos Toledanos, hasta llegar a la torre del Moro y nuestro primer molino (Las Ventas). Y en menos tiempo del esperado, llegamos a los Montes de Toledo. ¡Increíble!. Algunas nubes en la cima de los montes transformaron el paisaje. Una gozada. Mágico. Me recordó a mis últimos vuelos por Picos de Europa, pero esta vez, acompañado de mis dos infatigables compañeros de aventuras, Victornillo y Alfonso. Ideal. Además, nos hartamos a ver fauna... ¡la de bichos que hay en éstos montes!. Cuando faltaba poco para llegar a los molinos de Yébenes, Alfonso se nos desvía para Orgaz. No entendemos porque, pero pero le seguimos. Al llegar a la gasolinera del pueblo, vemos como aterriza viento en cola. Sin problemas, con el trike. Y es que se quedó sin gasolina allí mismo. Por eso tiró para Orgaz. ¡¡¡Por los pelos!!!. El trabajador de la gasolinera nos permitió dormir allí mismo. Incluso llamó a su compañera, que entraba al día siguiente, para que no se asustase al ver a 3 "vagabundos de los cielos" roncando entre los surtidores. ¿Se puede dormir en una gasolinera, iluminada, cerca de una ruidosa carretera, y pegado a las ruidosas máquinas de hacer hielo?. ¡Pues si!. Al menos yo. Mis 2 compis son más delicaillos, je, je....
Al día siguiente, cielo cubierto. Alfonso despega bien, utilizando un pequeño tramo asfaltado, aunque con mucha tensión, porque el estabilo de su ala pasó a unos pocos palmos de una farola. A eso se le llama hilar fino. Destino, ahora si, los molinos de Yébenes. Pero estaban cubiertos por la niebla. Pude ver un agujero que la atravesaba y no dudé en colocarme por encima de las nubes. A Victornillo y a Alfonso les costó más subir, pero finalmente se unieron a mi. Hay que ver lo bien que subo ahora con mi H120 y la Zephyr. El espectáculo... ufffff..... para alucinar. Menudo mar de nubes. ¡Infiníto!. Tenemos que cambiar de planes sobre la marcha. No podemos atravesar la sierra para ir al castillo de Guadalerzas. Decidimos ir directos a Consuegra. Una horita volando por encima de las nubes.... jugando con ellas, grabando a mis compañeros. Un lujo total. A medio camino, sorpresa. Se nos une otro paramotor. No sabemos quien es, ni de donde viene. Al cabo de un rato toma el rumbo contrario, y se marcha. Alfonso se va con él (o eso pensamos). Luego nos enteramos que era Catalino, de Tomelloso. Viajaba de Tomelloso a Sonseca, sin GPS, ni mapa, ni radio.... y nos confundió con compañeros suyos. ¡Casi le arrastramos de vuelta sin querer!. Aterrizó más tarde para preguntar a un agricultor donde estaba, y como llegar a Sonseca. Y también tuvo que parar a repostar en la misma gasolinera donde paramos a dormir, para sorpresa total de la chica que nos conoció unas horas antes. Que tío, este Catalino. Alfonso, al ir sin radio, y no entender lo que estábamos haciendo, se desesperó y se volvió para el coche, para unirse a la concentración de paramotores "Villa de sonseca".
Tardamos un tiempo en encontrar un "agujero" (por llamarlo de alguna manera), y pudimos bajar de ese maravilloso mar de nubes. Menudo cambio de paisaje ¡que triste!. Estábamos en Consuegra. El castillo tapado por la niebla, así como la mayor parte de los molinos. A través de las radios, decidimos ir a Mora, pero a medio camino comprobamos que a Victor le va a faltar gasolina para llegar, y nos desviamos para el pueblo de Turleque, confiando que tuviese gasolinera. Pues no. No la tenía. Menos mal, un señor del pueblo, vino a vernos y se ofreció a llevarnos hasta una gasolinera a 8km. Así da gusto ¡gracias!. Despegamos fácilmente, gracias al viento que ya empezaba a coger fuerza, y de nuevo rumbo a Mora. Atravesamos el embalse de Finisterre, y llegamos al castillo de Peñas Negras. Y de castillo a castillo tiro porque me toca.... nos vamos al de Almonacid, el que más me gustó. Me quedé con las ganas de jugar un poco en las enormes canteras que había allí. A duras penas pude sacar la cámara de vídeo, porque ahora el aire estaba bien movido. La niebla se había disipado y el sol, con la inestabilidad del día, estaba entrando en acción. Finalmente, llegamos a Sonseca. Nos quedamos sin baterías en las radios, y solo conseguimos acordar, a base de gestos, aterrizar cerca de una de las gasolineras del pueblo. Resultó que nos quedamos a apenas un par de km del campo donde se celebraba la concentración. Alfonso y Álvaro vinieron a buscarnos. Ramón, y el club "Air Wind", nos acogieron amablemente, y pudimos juntarnos a comer con ellos. ¡Gracias chicos!. El año pasado estuvimos en ésta concentación, y curiosamente el día fue muy parecido, con niebla por la mañana. Aquella vez fuimos muy pocos los que volamos con niebla, pero éste año casi todos salieron, y pudieron disfrutar de unas increíbles vistas. Vaya caras de alegría que tenía la gente. Después de la comida, y del sorteo de regalos (largo por la cantidad ingente de regalos, cortesía de Airfer y el club "Air Wind"), vuelta al campo de vuelo. Alfonso se lo pasó pipa haciendo "wakas", y entrenando el aterrizaje de precisión. Por cierto yo también debería entrenarlo (ni toqué el círculo... que paquete). Victornillo y yo salimos rumbo al coche, avanzando como cangrejos por el fuerte viento de lado. Pudimos llegar antes de que se hiciese de noche.
¡Y eso es todo!
Darle las gracias a mis compis de vuelo, Victornillo y Alfonso. A Álvaro por su inestimable ayuda. A Ramón + "Air Wind" por acogernos. A los empleados de la gasolinera de Orgaz. A nuestros salvadores de Turleque. A los polis de Toledo. A la meteo, que perdonó nuestra osadía. A las nubes. A los molinos. A los castillos.... etc, etc, etc, etc....
¡¡¡Que llegue ya el VIVAC2009!!!
Aqui tenéis las fotos de Victornillo y Alfonso. El vídeo en unos días...
20 oct 2008
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