13 abr 2010

Ruta VIENTO EN COLA 2010

Más de 4 meses sin volar, por el mal tiempo de éste invierno, pero también, lo admito, por falta de motivación.
Ésta semana, además, las rodillas fastidiadas con una tendinitis (eso creo), que me tiene cojo perdido. Mi mujer cerca de la fecha de parto de nuestro segundo retoño..... Uffff....

Pero los colegas han organizado un "viento en cola".... ¡¡¡¡y eso no me lo puedo perder!!!!.
Me atiborro a antiinflamatorios, consigo permiso de mi señora, desenpolvo los cacharros, y listo.

Son las 7:00am, y estoy de nuevo en Venturada con los colegas.
Sorpresa agradable: ¡somos 12 pilotos!, todo un logro para un sarao de éste tipo.
Sorpresa desagradable: Alfonso no viene ¿¡eh!?. Vivir una aventura así sin él se me hace raro. Una verdadera pena.
Los preparativos van bien, así como los despegues. El momento que más temía no me da ningún problema. La vela sube perfecta, las rodillas no fallan, y despego super bien ¡si señor!.
Nos juntamos un primer grupo en el aire y nos largamos. Voy con Pako, Emilio, y Javier A.

Avanzamos con un agradable viento en cola, dirección al paso más delicado: El puerto de los Leones. Lo paso con 1800m, a 90km/h. Todo va muy bien, rápido y sin meneos, incluso una vez pasado el puerto. A pesar del frío me mantengo alto para no sufrir la previsible descendencia y las turbulencias de sotavento (ya, ya.....).
Me quedo solo. Las velas reflex, más rápidas, me han dado esquinazo. Veo que se están desviando de la ruta, empujados por el viento hacia el norte ¿que haceis chicos? ¿no decis nada por la radio?. Lo cierto es que sería buen momento para cambiar la ruta a Norte, pero visto el caos de comunicaciones y de grupos, es una decisión difícil. Es posible que alguien no se entere y se pierda. No quisiera estar en el pellejo de Victornillo, al que le tocó el papel de jefe.

El viento viene del sureste, muy fuerte. Llego a una ladera con molinos eólicos. Me desplazo hacia el este, aunque mi vela mira al sur.... vuelo de cangrejo, que se dice.
Estoy solo un poco más alto que el relieve, en el lado sotaventado, y cosa rara, no hay turbulencia. Imposible ir al lado de barlovento. No se puede avanzar hacia el sur. Suelto trimmers para tratar de no derivar demasiado al norte.
Cuando estoy ya lejos de los relieves, y mucho más alto que éstos, me llegan unas enormes turbulencias que ya no me esperaba.
Con los timmers sueltos mi vela es más vulnerable, y me zampo varias plegadas de infarto. Solo dura unos segundos, pero es brutal. No hay manera de parar la paliza. Estoy concentrado al 200% en el pilotaje. Dejo que la vela haga la mayor parte del trabajo, y solo meto frenadas rápidas cuando veo el trapo tapar el horizonte. Suelto gas cuando oigo (y veo) los cordinos estamparse con el aro en cada plegada ¡que acojone!. Que 3 plegadones me he zampado..... Dios.....
Afortunadamente, la vela se porta como una bendita, y me saca del marrón (bendito nivel DHV1-2). Volaba a 1900m, con mucho margen de seguridad, lo que me dio mucha tranquilidad (bueno.... es una forma de hablar).
Recuperado del susto miro atrás, para ver si los que me siguen salen vivos de esta. Parece que si, menos mal.
Todo cristo hablando por la radio... ¡Es el caos!. A mi nadie me oye, asi que espero las órdenes de Victornillo. El pobre, en medio de las turbulencias, está manejando el GPS para cambiar la ruta, y tratando de guiar a todo el mundo por la radio. Nos da las coordenadas de un pueblo, más al norte de lo previsto inicialmente, para agruparnos.
Los primeros en llegar, Pako y yo, seguidos por Emilio, Javier A, y Victornillo. Ventarrón en el suelo, con unas turbulencias de la leche. Me zampo otra plegada (por ir cacharreando con la radio). De nuevo la vela se recompone, y solo tengo que sacar las orejas que se han quedado enganchadas. Me acuerdo a todas horas del curso SIV que hicimos hace unos años. Gracias a eso estoy más tranquilo, aunque veo que no tiene nada que ver una plegada auto-provocada, que una "de verdad".
Emilio aterriza en condiciones bien feas, pero tanto él como su Nucleon aguantan el tipo y lo hacen perfectamente.
Encaro al viento sobre mi aterrizaje. Vuelo hacia atrás ¡mierda, me salgo del campo!. Sin embargo, a ras de suelo puedo avanzar lo justo para entrar en él.
Justo antes de tocar suelo, una racha levanta y me empuja a una valla metálica. La doy con el pie, y aterrizo, pero desequilibrado. La vela tira de mi, y me voy al suelo. Os aseguro que no es fácil tirar de las bandas B cuando tienes el careto aplastado contra el suelo, y la vela te arrastra estando panza abajo. Menos mal ¡no había cardos!. El chasis ok, las puntas de la hélice "tocadas", pero es reparable in situ.
Victornillo intenta aterrizar 3 veces, pero está muy feo. Decide irse más lejos, en un campo más grande, junto con Pako Y Javier A. Un terreno más seguro... pero Emilio y yo estamos a 50m del bar ¡perfecto!. Y ellos están detrás de la autopista, y las vías del tren ¡a ver como volveis majetes!.
Enseguida jaleo de móviles y radio. Localizamos al resto del personal. Fernando, Álvaro y Andrés han aterrizado en otro pueblo. Xavi aterrizó al otro lado del pueblo (cerca del cementerio, por si acaso...). Tino aterrizó solo en otro pueblo, ¿a unos 20km?. Carlos también aterrizó solo más adelante..., aunque su chasis salió muy mal parado del aterrizaje-restregón. Y el premio se lo llevaría Javi, que se perdió por no tener GPS con mapa. Imposible poder guiarle a través de la radio, sin saber por donde estaba. Terminó aterrizando a 70km más al norte.... uffff.....

Luego vino otra aventura, que fue la de reagruparnos. Encontramos a varias personas estupendas, que se ofrecieron a traer a todos al pueblo, menos a Javi ¡70km es demasiado!. Mil gracias a todos ellos.

La previsión, y lo que nos reportaban los colegas desde Madrid (ventarrón bestia), no presagiaban nada bueno, pero decidimos esperar.

Pero mira por donde, el viento bajó y pudimos volver a despegar, a las 18:30. Ahora si, el viento era perfecto. Del este, bastante "limpio", y de unos 20-30km/h. Nos pegamos otras 2 horas de vuelo, avanzando a toda pastilla por las verdes dehesas Salmantinas. Precioso el pueblo de Alba de Tormes. Victornillo tuvo problemas de motor, y tuvo que aterrizar demasiado pronto.... ohhhhh. Al menos fue cerca de un pueblo, y no en medio de una manada de toros.

Esta vez, fuimos bastante más agrupados, lo que contribuyó a que el viaje fuese aún mejor.

Los aterrizajes perfectos, suavecitos, junta a una gasolinera-restaurante, y al lado de la autopista. Mejor imposible. Bueno.....ejem... algunos tuvieron que pasar todo el equipo por encima de una valla ¡¡¡ja, ja!!!.

Y el resto, lo normal..... mucha charleta, partido del Madrid-Barsa en el restaurante, bocata, y a casita. Llegada a las 3:00am a Venturada (lo previsto era a las 00:00).
Un palizón, que bien vale la pena.