Hola a todos.
Os resumo el viaje a la concentración de Secastilla de este puente.
Llegué con Pelayo el jueves por la tarde, tomamos posesión del apartamento (a compartir desde el viernes con la familia Tornillo), y una vuelta por el pueblo nos confirmó que allí no había nadie (ni bar, ni tienda, ni gente...).
Al día siguiente nos acercamos a Castejón de Sos, sacamos el carro y, desde el aterrizaje de libre, despegamos en un suspiro. Es tan impresionante el paisaje que casi da pena ir "haciendo ruido".
Nunca había volado con motor aquí y cada esquina del valle me trae recuerdos de otros tiempos. Le enseño a Pelayo los distintos despegues de libre. Intento llegar a Benasque, pero me doy la vuelta por unos meneillos en el camino: menos mal pues a los 20 minutos de aterrizar entró el viento norte con fuerza. La subida a Pedras Blancas está todavía cortada por la nieve. Vuelta a Secastilla, llega Victor con la familia al pleno, y ya va llegando más gente. Algunos vuelos locales, pero los meneos por el viento norte son constantes. Secastilla se encuentra en el prepirineo, pero la orografía de esta zona es dura: cañones, pantanos, montañas de 2.000 metros, y los aterrizajes escasean.
De madrugada llegará Paco (alias Francisco José), Bego y Guille.
Madrugón el sábado para volar (pobre Pelayo), pero me encuentro el eje de una rueda trasera roto (Diós, que miedo si se llega a romper despegando) por un fallo de fabricación. En un par de horas, el cerrajero de Graus me lo arregla y queda mucho mejor que de serie. Pako, Victor y 4 pilotos más se hacen la ruta prevista en un par de horas, han alucinado con los paisajes, con la falta de aterrizajes y, la ultima hora, con los meneos.
A las 11 nos llevan a ver una bodega de vinos del Somontano (el organizador trabaja allí), y un poco cocidos de vino volvemos a Secastilla, donde nos dan de comer a tope en el bar del pueblo (sólo a los voladores inscritos motorizados...). Por la tarde la ladera de libre se llena de parapentes y a volar por la zona. Pelayo pasa de volar (no para de jugar con las hijas de Victor) y doy unos cuantos biplazas al poco público (sólo a chicas!) que hay en la zona de los paramotores. Cena en el ayuntamiento (esta vez juntos los libreros y los motorizados), regalos, camiseta, borrachera...
El domingo por la mañana nos vamos los tres fleareños a volar dirección a Ainsa. Paisajes increibles y buenas condiciones. Recogida y cada mochuelo a su olivo, no sin antes parar a comprar empanadas en Siétamo...
Organización perfecta, ambiente perfecto, entorno perfecto y condiciones casi perfectas.
Nos citamos para la próxima en el vecino Loarre.
Nasnoches.
Agustín.
25 mar 2009
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