Llegué el miércoles, un día antes de que empezara todo, pero los paramotoreros ya estaban por allí: Karen y Jason desde el lunes (se trajeron un motor en el avión) y el equipo Draco: Cesar, Ramón, Thomas, Toni y Ramón López (Cesar vino en barco con una furgoneta atiborrada de "paratos"). Yo sólo había traído el parapente (una vez al año no hace daño...). Como Tanis me había fallado en el último momento, estaba más sólo que la una y sin alojamiento (aunque Noé, un amigo de Tanis, me vino a buscar al aeropuerto, me llevó hasta Puerto de la Cruz y me ofreció toda la ayuda que me hiciera falta: gracias Tanis por la gestión!). Al final me alojé con Cesar y Toni en un estupendo hotel.
Para empezar, estrenamos el flamante carro de Cesar (un Transan de Airfer con algunas modificaciones para poder grabar mejor en vuelo) y empiezo a ver la isla desde el aire.
Jueves tempranito a Izaña (la organización gestionaba todos las guaguas a todos los sitios: entre cada hotel y el despegue de paramotores (aterrizaje de Izaña), entre esa zona y el aterrizaje de libre (playa del Socorro), cada 30 minutos subida al despegue, vueltas a los hoteles, subida y bajada de Izaña, recogida y vuelta a los eventos (concierto, inauguración, exhibiciones...) una pasada, aunque a veces se perdía mucho tiempo. Lo mejor sería alquilar un cochecito para estos días.). No te dejaban despegar sin brújula o GPS, pues era inevitable atravesar el mar de nubes y sin un rumbo claro era peligroso, tensión y emoción al ver no tienes escapatoria y te metes en las nubes durante un tiempo infinito!!! La ilusión de Izaña cumplida.
Los primeros días el viento se ponía fuerte en la costa (pero totalmente laminar), César casi no pudo hacer biplazas y en el aterrizaje te quedabas pinchado sin acelerador. Ramón con su vela de 18 m2 no tenía problemas!!
Por la tarde al despegue de la Corona, con un ventarrón de la leche y la base de las nubes justo en el despegue. Salías, zambombazo y desaparecías en la nube, si hacías un mínimo giro, con el ventarrón te ibas al sotavento a 90 por hora... Daba miedo, tenías que meter orejas al segundo de despegar y clavar la vista el GPS mientras rezabas para volver a ver el mundo pronto.
El viernes no se pudo despegar de Izaña (viento de atrás) salvo un acro que salió de espaldas y se tiró viento en cola... Tampoco volé en la Corona, cuando subí la nube tapó el despegue (un inglés salió sin brújula) y apareció en el sotavento vivo de milagro!.
El sábado tampoco volamos los que dependíamos del autobús desde Izaña. Los que subieron en coches particulares si... Por la tarde, Ramón me dejó un Paramotor y me quité el mono haciendo ruido por la costa. De nuevo, cuando quise subir a la Corona, se cerró la nube y cerraron el despegue. Esto del vuelo libre es un timo, no vuelvo sin Paramotor.
Estuve un par de días con un par de pilotos de Gerona con coche alquilado que me ayudaron en todos los desplazamientos, gracias mil. También echaban en falta su Paramotor...
Todos los días el espectáculo era constante, no paraba de caer (literalmente) gente desde el cielo. Saltos base desde paramotores, parapente, aviones. Algunos triplaza (saltaban dos y sólo se quedaba el pobre piloto intentando llegar sin carga a la playa), gente que soltaban el parapente (se quedaba volando el trapo sólo), caían a 200 km/h un ratito y luego abrían un paracas, acrobacias en tamdem y en un looping soltaban al paquete hacia arriba, en fin, todo lo imaginable. El equipo femenino ACRO (japonesa, alemana y americana) también se salían.
Los F18 del ala canaria hicieron una exhibición un par de días y también pusieron un Aviocar para que saltara "todo el mundo".
Algún paracaidista y algún parapente se fueron al mar, pero la Cruz Roja no perdía ojo.
Este año el presupuesto no daba para mucho y no vinieron los Sat ni los Renegades. Los mejores, los hermanos gemelos americanos Green: Twin Green Brothers, dos críos zumbados que siempre "vuelan" juntos. Increíble también el nivel de los acros canarios.
Concierto de Tam Tam Go, que ni se acercaban a los del año pasado: Orishas.
La mayoría de la gente estaba más tiempo con la vela por debajo que por encima.
El viernes y sábado Karen se dedicó a batir records!: tiempo en ganancia de 3000 metros (en torno 20 minutos!), altura máxima (4.1000mt y porque no tenía ropa de abrigo) y velocidad ida y vuelta en 20km (creo que hizo unos 54km/h con una vela que la dejó Ramón de 18m2). Felicidades Karen, te lo mereces todo.
El sábado por la noche, el equipo Draco de Paramotor, hizo un espectáculo nocturno con los motores (luces y pirotecnia), muy bonito. Pero a Cesar se le paró el motor y tuvo que aterrizar en las piedras mientras echaba chispas para todos los lados... Le echan unos huevos!
El domingo seguía la movida, pero el avión me esperaba temprano.
La organización se vuelca en la gente, y pese a la crisis cuentan con bastantes medios. Tan sólo, el ritmo canario en los transportes, se podría acelerar un poco. Mucha prensa, muchos pilotos contratados, pero pocos inscritos este año.
Salud y suerte...
Agustín Guillén
5 may 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario