Hola locos voladores,
Lo primero, me alegro de que volaseis felizmente por Venturada (casi todos)
Lo segundo me alegro de haberme hecho los tropecientos kilómetros hasta Secastilla en Huesca a´la vista de los Pirineos porque aunque pilla algo más lejillos que Venturada en la variación está el gusto y ... qué vuelos!!
Yo llegué el Viernes con el tiempo justo para no volar, pero sí para dormir bien y poder estar el Sábado a las 7 de la mañana en el campo de vuelo, tal y como habíamos quedado. Sin embargo, una vez allí, no había nadie con prisa, solo yo, así que me relajé y me dediqué a disfrutar de la compañía de viejos colegas de aventuras pasadas. El dia estaba algo rarito, con viento fuerte pero tendencia a bajar, por eso nadie corría. De pronto alguien tocó el botón de "zafarrancho de combate todos a sus puestos" y la gente empezó a prepararse para despegar y... a despegar!! Y yo que había pasado del modo "zafarrancho de combate" al modo "barra de bar" y estaba charlando con unos y con otros me costó volver a preparar y salir. Salí algo tarde, en ese momento en el que la manga caprichosa le da por no decidirse. Antes del glorioso despegue andábamos un grupito dando vueltas a nuestras velas colocadas en el suelo y mirándonos con cara de circunstancia... Por fín la ecuación "dirección de vela = manga me apunta" se cumplió y sin pensármelo dos veces ni yo ni mis vértebras hartas de soportar 13 litritos de gasofa más el CMax 175 pusimos rumbo a todo correr hacia donde solo los pájaros y nosotros, por listos, sabemos estar: El aire
Yujuuuu!! Qué felicidad!! Ya estoy arriba!! Ahora a buscar compañía y/o las balizas de la ruta/competición Light. Miro a un lado y a otro y no hay nadie en el aire. Los de abajo no terminan de despegar con ese viento cambiante y los de arriba ya se habian ido... Emprendo la búsqueda de balizas yo solo. La primera el santuario de Torreciudad. Lo paso justo por medio y pongo rumbo a la segunda con el pantano de El Grado bajo mis pies. Preciosas vistas. Ärboles, agua, rocas... ningún campo de aterrizaje de emergencia... hummm empiezo a no divertirme. Voy a coger más altura aún... miro hacia atrás y veo un grupito de velas jugueteando con el santirio de Torreciudad y el pantano y la presa que hay detrás... uff! Que tentación! Paso de la competi y me voy con ellos? En ese momento un meneíto trubulento = Decidido, me voy con ellos. Y así es como renuncié a la competición light y me uní al grupo de Karen, Jason y alguno más. Fuimos volando a un pueblo abandonado y luego a otro y... ví el pantano de Barasona con sus playitas diciéndome: "Te queremos", así que abandoné a mis compañeros de vuelo para hacer rasantitos por allí. Luego visité Graus y todo lo que se me ponía a tiro que me parecía goloso. Fuí a El Grado jugueteando con el despegue de libre y la presa. me hice todas las crestas, Artasona y de ahí a Enate,... etc etc. Un vuelo algo solitario a pesar de estar el cielo lleno de velas lejanas pero de los que quedan en la memoria.
Al aterrizar buena compañía con nuestroa amigos los Valencianos Tino, Xavi, Luis y Diego, Roberto de Logroño y más y más representantes de comunidades autónomas varias. Risas y mas risas en la tardía comida y + buena compañía en la cena charlando de lo que nos gusta a todos.
El Domingo fué todo lo contrario a un vuelo solitario: Mucha compañía. Está claro que volar acompañado sabe mucho mejor. Esta vez despegué el primero. Sí, el primero. Despues de mi, Román, Alfonso y Fidel con su trike/delta. Como decí a Román en su crónica, el viento nos empujaba a más de 70 KM/h hacia Benabarre así que decidimos darnos la vuelta. En seguida nos vimos rodeados de velas. Llegaron los Valencianos, los NAvarros, los de aquí y los de allá y todo juntitos (o casi todos) nos fuimos a hacer turismo aéreo. Aler, Juseu, Graus, templo budista, montañas, campos de árboles en flor, tierras de tonos artísticos... pantanos... de todo un poco.