Aunque la previsión no era buena, no quisimos dejar de ir a San Sebastián a recibir a nuestro amigo King. Había salido 2 semanas antes del extremo oriental de los Pirineos, para hacerse la transpirenaica en bicicleta, en soliario.Román Quintana y su novia Nerea "la peque", nos acogieron en su tierra desde el viernes hasta el domingo. Nos acompañaron a los despegues, ejercieron de guías y nos llevaron a probar la conocida gastronomía vasca.
También pudimos ver a José y Eva, el biplacero de la zona, que se hizo 11 biplazas ese mismo día (¡un crack!). Pudimos volar viernes y sábado, disfrutando de su espectacular costa. Tuvimos un tiempo muy bueno...¡cuando en Madrid llovía a mares!. Alucinamos con los acantilados, sus playas, unos pueblos que nos dejaron encantados. 
Los vuelos tenían también su emoción, porque es una zona complicada de volar, por los pocos y complicados aterrizajes de emergencia disponibles ¡eso cuando los hay!.
Los vuelos tenían también su emoción, porque es una zona complicada de volar, por los pocos y complicados aterrizajes de emergencia disponibles ¡eso cuando los hay!. El domingo fuimos a Hondarribia a recibir a Jorge King. Después de 16 días pedaleando, conseguía terminar la transpirenaica. Por la tarde pudo ponerle la guinda a su hazaña, pegándose un vuelete, a pesar de un primer intento de despegue algo accidentado...;-). ¡Llevaba 8 meses sin volar!
Román y Agustín se ocuparon de hacer las fotos, que podeis ver en:
¡UN GRAN FIN DE SEMANA!
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